En Creta reinaba el poderoso Rey Minos junto a su esposa Pasífae (Diosa de la Luna cuyo nombre significa "La que brilla para Todos"); Minos tuvo varios hijos,
entre ellos Ariadna, Fedra y Glauco.
Vamos un momento hacia atrás en el tiempo para luego continuar.... Cuando Zeus abandonó a Europa, después de haber engendrado
con Ella a Minos, Radamantis y Sarpedón, en Creta, Ella se casó con
Asterio, rey de la isla.
Como este matrimonio no tuvo hijos, el rey adoptó a los
hijos de su Mujer
nombrándolos sus Herederos.
Los hermanos cuando llegaron a la edad viril, se
pelearon entre ellos...
Cuando el rey murió, Minos reclama el trono de Creta y, para
probar su
derecho a reinar, se jactó de que los Dioses responderían a
cualquier ruego que les hiciera...
Primeramente, dedicó un Altar a Poseidón, hizo todos
los preparativos para
un sacrificio y, luego, rogó que saliese del Mar un Toro como ofrenda...
Inmediatamente, un Toro de un blanco deslumbrante llegó nadando a la costa,
pero Minos quedó tan impresionado por su belleza que lo envió con sus ganados y
sacrificó a otro en su lugar.
El derecho de Minos al trono fue aceptado por todos
los cretenses pero...
Poseidón, enfurecido
por haber roto Minos la promesa que le había hecho de sacrificar al Toro Blanco, se vengó...
El Dios,
enfurecido, hizo que Pasífae se enamorara del Toro Blanco...
Para
poder dar rienda a ese Amor, Pasífae pidió ayuda a Dédalo, un genial inventor que acababa de llegar a Creta desde Atenas huyendo de un horrible crimen. Ella pidió que le construyera una vaca
de madera, donde ella pudiera meterse para poder aparearse con el Toro.
Tan
avergonzado y temeroso estaba Minos que, alertado
por el Oráculo, no se atrevió a matar a la extraña criatura y obedeció los consejos de éste... así que pidió a
Dédalo que construyera un lugar donde albergarle lejos de cualquier mirada
humana. Dédalo se puso manos a la obra y diseñó un Laberinto de
piedra que le hacía equivocarse en la salida con sus intrincados
pasadizos y donde vivió desde entonces Asterión. Luego, Minos, encarceló
al arquitecto y a su hijo Icaro en una torre de la que luego escaparon.
A Dédalo,
genial escultor, artífice de autómatas y de estatuas que parecían casi vivas,
apenas le costó esfuerzo construir ese artefacto con el que engañar al Toro. Construyó una vaca de madera con ruedas ocultas en sus pezuñas, la ahuecó por dentro, la recubrió con
la piel de una vaca que había desollado y, colocándola en el prado en el que el Toro acostumbraba a pacer, introdujo en la parte trasera de la vaca a Pasífae cuyas piernas quedaron metidas en los cuartos traseros. Cuando el Toro
llegó, yació con ella tomándola por una vaca de verdad.
Pasífae
aplacó así su deseo, pero no calculó bien las consecuencias pues unos meses
después dio a luz a una bestia mitad hombre mitad toro: el Minotauro (Toro de Minos), al que
llamaron Asterión (estrellado).
*** La Historia
del Minotauro está muy ligada a la de Dédalo, por lo que conviene que, de nuevo, retrocedamos un momento en el tiempo para saber por qué se encontraba exiliado
en Creta...
Cuentan los Mitos que Dédalo era un ateniense cuyo linaje ascendía hasta Erecteo, uno de
los reyes fundadores de la ciudad. Arquitecto, artista e inventor, su genio era
extraordinario. Entre otros logros, se le atribuía un talento sin igual para la
escultura (de hecho, fue el primero en alejarse de los rígidos modelos de los
kouroi y korai).
Ignorando
el destino, la hermana de Dédalo llamada Pérdix le había confiado su hijo Talos para que lo
educase, un muchacho de doce años cumplidos y espíritu capaz para las
enseñanzas. Fue el primero que unió dos brazos de hierro mediante una juntura
de tal manera que, separados por una distancia constante, uno permanece en el
sitio y el otro traza un círculo.Total, tenía un gran ingenio (¡¿vendrá de este
Mito el dicho popular de que "el Aprendiz siempre supera al Maestro"?!)... A él le
debemos, por ejemplo, el utilísimo compás…
Un día observó
la espina central de un pez, tomó de ella modelo y talló una hilera de dientes
en un hierro afilado, inventando así el uso de la sierra... y... dándole, por ello, un
ataque tal de celos a su tío que cogió al pobre muchacho y lo arrojó desde lo
alto de la Sagrada Ciudadela de Minerva (Atenea), lo arrojó de cabeza,
fingiendo luego que fue una caída; pero Palas, Protectora del Talento, lo recogió y
convirtió en ave, y, en medio de los aires, lo cubrió de plumas; aunque pájaro,
su antigua fortaleza y vivacidad de ingenio pasó a las alas y a las patas; en
cuanto al nombre...
Esta ave no remonta mucho el vuelo ni hace nidos en las ramas ni en
las altas cimas; revolotea cerca del suelo, pone sus huevos en setos, y tiene
miedo a las alturas al acordarse de su antigua caída, su nombre, posiblemente sea... "la Perdiz"
El caso es
que se descubrió el crimen y Dédalo fue condenado al exilio, una de las mayores
penas que se le podía imponer a un ciudadano.
Se refugió
primero en uno de los demos del Ática, cuyos habitantes recibieron por él el
nombre de los Dedalidas. Y, a continuación, huyó a Creta donde estaba Minos, lugar donde decidió quedarse junto con su hijo Icaro.
** El Mito de Icaro aborda temas como las relaciones padre-hijo y el deseo del hombre de ir
siempre más lejos, aún a riesgo de tener que encontrarse cara a cara con su
condición de simple ser humano. Este Mito lo veremos en otro Post más detenidamente...
Ahora, ya podemos continuar con el Relato que nos interesa...
Un día, el
Rey Minos recibió una trágica noticia: su hijo favorito, Androgeo, que marchó hacia Atenas para participar en los juegos que se celebraban en honor a Palas Atenea, acababa de morir asesinado allí. Androgeo se hizo durante ese tiempo muy amigo de Palante, que planeaba
hacerse con el trono de Atenas en lugar de Egeo. Fuera por esta razón o por otra,
hizo que asesinasen a Androgeo mientras iba hacia Tebas a participar de otra Fiesta. Ahora, ya podemos continuar con el Relato que nos interesa...
Minos, por este crimen, clamó venganza, reunió a su ejercito y lo envió a Atenas para
iniciar el ataque. Atenas, al no estar preparada, no pudo ofrecer resistencia y
solicitó la Paz. Minos, con severidad dijo:
“Os ofrezco la Paz, pero con una condición: cada nueve años, Atenas enviará siete muchachos y siete doncellas a Creta para que paguen con su vida la muerte de mi hijo”
“Os ofrezco la Paz, pero con una condición: cada nueve años, Atenas enviará siete muchachos y siete doncellas a Creta para que paguen con su vida la muerte de mi hijo”
Aquell@s
jóvenes serían arrojados al Minotauro para que los devorara (ya que se alimentaba de carne humana), pero los
atenienses no tuvieron más remedio que aceptar aunque con una única reserva:
que si un@ de los jóvenes conseguía matar al Minotauro y salir del Laberinto
(cosa poco menos que imposible) no sólo salvaría su Vida, sino también la de
sus compañer@s, y Atenas sería eximida de dicha condena.
Dos veces
pagaron los atenienses el trágico tributo... Se acercaba ya el día en que por
tercera vez la nave de velas negras, signo de luto, iba a surcar la Mar.
Entonces, Teseo (el que funda), hijo único del rey de Atenas, Egeo, ofreció su vida por la
salvación de la ciudad. Teseo era el
justiciero del Oráculo de Delfos, el de las sandalias doradas y la espada
mágica, el más valiente de todos los guerreros...
De este modo, el Rey y su
hijo convinieron en que si a Teseo le favorecía la suerte, el navío que los
volviera al país enarbolaría velas blancas y su padre sabría que volvían viv@s...
La prisión
de Creta, donde Teseo y los otros jóvenes fueron alojados como prisioneros,
lindaba con el parque por donde las hijas del Rey Minos, Ariadna y Fedra,
solían pasear. Un día el carcelero avisó a Teseo de que alguien quería hablarle.
Al salir, el joven se encontró con Ariadna "Señora del Laberinto", quien subyugada por la belleza y la
valentía del joven decidió ayudarle a matar al Minotauro a escondidas de su padre.
“Toma este ovillo de hilo y cuando entres en el Laberinto ata el extremo del hilo a la entrada y ve deshaciendo el ovillo poco a poco. Así tendrás una guía que te permitirá encontrar la salida”
“Toma este ovillo de hilo y cuando entres en el Laberinto ata el extremo del hilo a la entrada y ve deshaciendo el ovillo poco a poco. Así tendrás una guía que te permitirá encontrar la salida”
A la mañana
siguiente, el príncipe fue conducido al Laberinto, tomó el ovillo, ató el
extremo del hilo al muro y fue desenrollándolo a medida que avanzaba por los
corredores. Tras mucho caminar, penetró en una gran sala y se encontró frente
al temible Minotauro, que bramando de furor se lanzó contra el joven. El
Minotauro era tan espantoso que Teseo estuvo a punto de desfallecer, pero
consiguió vencerle con la espada mágica. Le bastó luego seguir el hilo de
Ariadna en sentido inverso y pronto pudo atravesar la puerta de salida.
Teseo salvó
su vida, la de sus compañer@s y liberó a su ciudad de tan horrible condena. Pero todavía
quedaba burlar a los soldados de Minos que rodeaban el Laberinto de Cnosos...
Dispuestos ya a embarcar, Teseo llevó a bordo en secreto a Ariadna y también
a Fedra, quien no quiso abandonar a su hermana mayor. Durante el viaje y tras
una feroz tormenta tuvieron que refugiarse en la Isla de Naxos. Vuelta la
calma, emprendieron el retorno...
Después de todo lo sucedido, Ariadna había creído que el Amor que sentía por el joven héroe era correspondido y se entregó a una intensa pasión en los brazos de Teseo, pero... sólo un poco tiempo después, el joven héroe, le dijo que debía marcharse, porque tenía que proseguir con su peligrosa misión, todavía tenía que enfrentarse a Medea y sus dragones y, evidentemente, no estaba para cargar con una nueva responsabilidad tan grande como el matrimonio.
Escondidos en un lugar secreto cerca de la
salida lo esperaban Icaro y su padre Dédalo, con sus alas de cera desplegadas
para ayudarlo en la huida; de improviso llega a la escena Ariadna y reclama que
la lleven también a ella, porque pronto el rey Minos se enteraría de su
traición y sería castigada. Teseo accedió a la petición y los cuatro volaron
hacia la isla de Rodas pasando sobre los atónitos guardias que no pudieron
intervenir.
Después de todo lo sucedido, Ariadna había creído que el Amor que sentía por el joven héroe era correspondido y se entregó a una intensa pasión en los brazos de Teseo, pero... sólo un poco tiempo después, el joven héroe, le dijo que debía marcharse, porque tenía que proseguir con su peligrosa misión, todavía tenía que enfrentarse a Medea y sus dragones y, evidentemente, no estaba para cargar con una nueva responsabilidad tan grande como el matrimonio.
Las siguientes horas Ariadna las pasó
desconsolada y decidida a dejarse morir de amor, nadie ni nada pudo
convencerla, cada día que pasaba era mayor su debilidad. Ariadna no aparecía, la buscaron, la llamaron, pero fue en vano. Finalmente, abandonaron su búsqueda y se hicieron a la Mar.
Mediante un gran silencio Icaro y
Dédalo demostraban su respeto por la decisión de la joven princesa, aun con
todo su ingenio esta vez no podían inventar nada para hacerla cambiar de
opinión...
Habían zarpado cuando Ariadna despertó en el bosque, después de caer extenuada por el cansancio. De pronto, y rodeada por una monumental ceremonia, se le apareció el joven más bello que jamás antes hubiera visto. Era Dionisios, Dios del Vino, quien se preocupó por su estado, le dio de beber su más preciado Vino junto con largas dosis de comprensión; escuchó y le habló con inteligencia y, en menos de lo que nadie hubiera imaginado, Ariadna estaba completamente curada. Tres meses más tarde Dionisio y Ariadna se casaban en Cnosos, en una gran fiesta que fue comentada en todas las islas por muchos años. Uno de sus hijos, Enopión, fue el primer Hombre en poder hacer Vino en la Tierra.
Con el tiempo, Ariadna se convertió en la
primera de las Bacantes (Adoradoras de Dionisio) y fue reconocida en muchos lugares como la Reina del Vino. Los dos jóvenes amantes vivieron felices difundiendo alegremente las Virtudes del Vino, por los siglos de los siglos...
En tanto, en Atenas, cundía la tristeza. El anciano Rey iba todos los días a la orilla del Mar, esperando ver a su hijo retornar. Al fin, el barco apareció en el horizonte. Pero traía las velas negras y el anciano desesperó. Y es que Teseo, abatido por la desaparición de Ariadna, había olvidado izar las velas blancas, signo de su victoria. Loco de dolor, el rey Egeo se arrojó al Mar que desde entonces lleva su nombre...
Pasó el tiempo y los atenienses reunidos en asamblea ofrecieron la corona a Teseo, quien se casó luego con Fedra y reinó por largos años.
ღ ღღ Este
recorrido hecho por Teseo evidentemente nos recuerda también el que debe
hacerse para obtener la Manzana
de Oro del Jardín de las Hespérides o del Vellocino de Oro que ya se relatarán en su momento. Y es por este Mito por el que aparece la expresión que todavía se utiliza "El Hilo de Ariadna", para referirnos al Instrumento del que nos valemos para encontrar el Camino que nos conduce a solucionar un problema complicado. El Instrumento es... la Meditación y cómo creamos nuestro Destino...
Cuando unimos nuestra parte Masculina (Teseo) y el Hilo de Ariadna (parte Femenina) podemos encontrar el Camino hacia nuestro Centro y, desde ahí, podemos sortear los obstáculos, dominar el miedo y la fatiga, enfrentarnos al Minotauro y darle muerte. La Vida en ese momento deja de ser un problema...
Cuando unimos nuestra parte Masculina (Teseo) y el Hilo de Ariadna (parte Femenina) podemos encontrar el Camino hacia nuestro Centro y, desde ahí, podemos sortear los obstáculos, dominar el miedo y la fatiga, enfrentarnos al Minotauro y darle muerte. La Vida en ese momento deja de ser un problema...
El Minotauro representa la sombra del Subconsciente Individual y del Inconsciente Colectivo encerrado en ese Laberinto, su defensa mágica. Es la parte animal y materialista del ser humano que debe ser reformada o "muerta" como sucede en el Mito.
El Minotauro se encuentra en el centro del Laberinto, lo que indica que la Naturaleza Inferior del ser humano se encuentra igualmente en el mismo centro de nuestro ser.
Esta hazaña de llegar al Centro se realiza con la ayuda de una Mujer, con la ayuda de nuestro Poder Interior a través de la Escucha Interna y a través del modo en el que hilamos nuestro Destino, el Hombre atrae la Energía y la Mujer la manifiesta, este es su Poder, ella Hila el Destino del Ser Humano según la Energía atraída por el Hombre... Ariadna y su Hilo son semejantes a la idea de Aracne (la araña y su telaraña). A tener en cuenta... el Laberinto se asemeja a una telaraña... nosotr@s somos Creadores de nuestro Destino. Como nos muestra la Triple Diosa, personificada en las tres Parcas o Moiras, nosotr@s hilamos nuestra Vida, la tejemos y la cortamos.
El "Hilo" también nos indica que para llegar al Centro es necesario comprender y descubrir qué Fuerzas Arquetípicas (Hilo, Telaraña) dominan en cada momento para poder sacar el mayor provecho de cada situación y así superar los distintos puntos cruciales de nuestra Vida que nos ayudan a obtener Niveles Superiores de Conciencia.
El Laberinto es circular como la Matriz. De ahí que el Simbolismo de los Templos e Iglesias sea Femenino. Es decir, al entrar en una Iglesia estamos entrando a un Espacio Sagrado similar a la Matriz Sagrada generadora del Universo. Por esta razón, Ariadna puede ayudar a Teseo a través de su "Hilo".
De la unión de ambas Energías se puede Purificar y Transportar la Conciencia hacia Niveles Superiores del Ser.
El Laberinto conducirá, a quien se adentre en el Interior de sí mism@, a su Santuario, a su Hogar Interior. Y ahí, dentro del Hogar, todo se volverá repentinamente simple… Y toda la oscuridad se volverá repentinamente Luz… y todos los miedos se tornarán en Felicidad… porque se habrá encontrado lo que siempre se había buscado. Y ese Laberinto se volverá para la persona en un Circuito Transformador, en una Victoria Espiritual donde ha triunfado la Inmortalidad.
El Minotauro se encuentra en el centro del Laberinto, lo que indica que la Naturaleza Inferior del ser humano se encuentra igualmente en el mismo centro de nuestro ser.
Esta hazaña de llegar al Centro se realiza con la ayuda de una Mujer, con la ayuda de nuestro Poder Interior a través de la Escucha Interna y a través del modo en el que hilamos nuestro Destino, el Hombre atrae la Energía y la Mujer la manifiesta, este es su Poder, ella Hila el Destino del Ser Humano según la Energía atraída por el Hombre... Ariadna y su Hilo son semejantes a la idea de Aracne (la araña y su telaraña). A tener en cuenta... el Laberinto se asemeja a una telaraña... nosotr@s somos Creadores de nuestro Destino. Como nos muestra la Triple Diosa, personificada en las tres Parcas o Moiras, nosotr@s hilamos nuestra Vida, la tejemos y la cortamos.
El "Hilo" también nos indica que para llegar al Centro es necesario comprender y descubrir qué Fuerzas Arquetípicas (Hilo, Telaraña) dominan en cada momento para poder sacar el mayor provecho de cada situación y así superar los distintos puntos cruciales de nuestra Vida que nos ayudan a obtener Niveles Superiores de Conciencia.
El Laberinto es circular como la Matriz. De ahí que el Simbolismo de los Templos e Iglesias sea Femenino. Es decir, al entrar en una Iglesia estamos entrando a un Espacio Sagrado similar a la Matriz Sagrada generadora del Universo. Por esta razón, Ariadna puede ayudar a Teseo a través de su "Hilo".
De la unión de ambas Energías se puede Purificar y Transportar la Conciencia hacia Niveles Superiores del Ser.
El Laberinto conducirá, a quien se adentre en el Interior de sí mism@, a su Santuario, a su Hogar Interior. Y ahí, dentro del Hogar, todo se volverá repentinamente simple… Y toda la oscuridad se volverá repentinamente Luz… y todos los miedos se tornarán en Felicidad… porque se habrá encontrado lo que siempre se había buscado. Y ese Laberinto se volverá para la persona en un Circuito Transformador, en una Victoria Espiritual donde ha triunfado la Inmortalidad.
Ese es el
sentido de los Laberintos en las Iglesias, en los jardines, en las cavernas, en
los Templos… recordar al ser humano la aparente dificultad de alcanzar su Centro Sagrado y
la Gracia a la que podrá aspirar al ir a buscarlo dejando a un lado las dudas y los miedos…. y al encontrarlo.
Ese Tesoro te espera!!
"La Vida no está hecha de un solo Laberinto. La Prueba se repite una y otra vez"
"La Vida no está hecha de un solo Laberinto. La Prueba se repite una y otra vez"
Bendiciones ღ ღ ღ
Miryam SF
La Diosa que Yo Soy, saluda a la Diosa que Tú Eres
"Nadie está tan cerca como para no poder llegar muy lejos. Nadie está tan lejos como para no poder encontrar el Centro. Ninguno de los tramos del Camino es más decisivo que todo el Camino en su conjunto: la proximidad y la lejanía, el Principio y el Fin" de Wilhelm Müller
ResponderEliminar